7 claves para un desayuno perfecto antes de entrenar

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Ya sabemos que el desayuno es la comida más importante del día: nos aporta energía, nos da fuerza y nos permite empezar la jornada con más vitalidad. Pero su importancia es aún mayor para todos aquellos que suelen practicar ejercicio por las mañanas. Solemos tener la concepción errónea de que para lograr un entrenamiento efectivo y con mejores resultados, lo ideal es hacerlo en ayunas o tomándonos antes un ligero tentempié, pero nada más lejos de la realidad. Si sabemos qué alimentos escoger y cuándo tomarlos, podremos confeccionar un desayuno perfecto que nos ayudará a llevar a cabo el mejor de los entrenamientos. ¡Apunta!

Desayuna dos horas antes del ejercicio

El tiempo es uno de los factores más importantes que tenemos que tener en cuenta. Lo que debemos evitar a toda costa es realizar un desayuno copioso y comenzar enseguida el entrenamiento, ya que entonces no será efectivo. Debemos procurar hacer antes la digestión para permitir que nuestro cuerpo absorba la mayor parte de los nutrientes. Para ello, lo ideal es desayunar unas dos horas antes del ejercicio, de esta manera podremos tomar un desayuno más completo favoreciendo la digestión.

No olvides los hidratos de carbono en tu desayuno

El desayuno perfecto para afrontar un entrenamiento intenso debe contener siempre hidratos de carbono. Este nutriente nos ayudará a reponer los depósitos de glucógeno que han ido disminuyendo durante la noche y que son muy importes para ejercitar nuestros músculos. Podemos encontrar los carbohidratos en el pan, los cereales tipo muesli o en frutas como el plátano, entre otras.

Proteínas y grasas saludables

Tampoco podemos olvidarnos de estos dos nutrientes: las proteínas contribuyen al aumento y la conservación de la masa muscular. Incluye en tu desayuno alimentos como el pollo, el pavo o los huevos, así como el yogur para obtener proteínas, o el aceite de oliva, el atún y los frutos secos para dotar a tu cuerpo de grasas.

Hazte un batido de frutas y verduras

Ambos alimentos son ricos en vitaminas y agua, por lo que constituyen una opción ideal para hidratarnos. Combínalos para hacer un delicioso batido: fresas, plátanos, piña, naranja, limón… intenta mezclarlos con verduras como las espinacas, la col o el pepino.

Potasio y magnesio para prevenir calambres musculares

Ambos nutrientes favorecen el funcionamiento normal de los músculos y el magnesio, ademá,s también ayuda a reducir la fatiga, por lo que pueden ser útiles para prevenir los calambres que a veces experimentamos durante largos e intensos entrenamientos. Puedes incluir en tu desayuno plátanos, frutos secos como las almendras, las nueces o los anacardos, germen del trigo, atún o judías blancas.

Añade semillas a tus batidos y cereales

Las semillas son ingredientes naturales que contienen la mayor parte de los nutrientes que hemos mencionado antes. Las semillas de lino son una fuente vegetal de ácidos grasos omega 3, la quinoa posee un alto nivel de fibras y proteínas y las semillas de chía son ricas en potasio y hierro. Mézclalas en tus batidos, zumos o tazón de cereales para hacer un desayuno más completo.