Alimentación del bebé de 1 año

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Una alimentación infantil saludable es fundamental para asegurar su el desarrollo a nivel físico y psicomotor de tu peque. Si tu peque tiene 1 año ya ha superado la etapa de diversificación alimentaria y come casi de todo. Su desarrollo y crecimiento son constantes, pero no a la misma velocidad con la que lo han hecho hasta el momento. Tu bebé ya come muy variado, pero en menos cantidad ya que también crece a menor velocidad.

Cambios en la alimentación del bebe de 1 año

El bebé a los 12 meses de vida ya es capaz de masticar y tiene la habilidad de coger su cuchara y con 1 año ya empieza a comer solito. Es en ese momento cuando debemos esforzarnos para que sea independiente en la mesa y podemos servirle trocitos de comida para que coma con sus propias manitas. Podemos variar los purés y triturados con los trocitos de comida blanda, para que se adapte poco a poco a los sólidos.

Para que tu hijo adopte hábitos alimentarios y modales en la mesa, hay que acostumbrarle a que se sienta uno más en las comidas. Puedes sentarlo en tu regazo o en una trona para que os observe y os imite. Convierte las comidas en un acto social y el bebé masticará más lentamente, disfrutará del momento familiar con calma y os mostrará sus preferencias en cuanto a la comida.

Igual que tu bebé cada vez aprende más cosas y empieza a formar su carácter, su relación con los grupos de alimentos también varía. La leche ya no es su alimento principal, y aunque su ración debe ser de medio litro de leche diario, se lo podemos ofrecer en forma de yogures y quesos, añadidos a los purés, o bien mezclados con trocitos de comida. Tendrás mucha más libertad para presentar sus platos y para cocinarlos de formas distintas, añadiendo algún lácteo en casi todas las comidas.

Nuevos alimentos a partir de 1 año

El bebé de 1 año de edad ya ha tenido su primer contacto con todos los grupos de alimentos pero todavía le quedan los alimentos más difíciles de digerir o los que producen más intolerancias. Seguiremos dándole cada vez más alimentos, siguiendo la misma pauta, en pequeñas porciones para comprobar que le sienten bien.

A los 15 meses podrá probar nuevas frutas. Los frutos rojos como fresas, moras y arándanos, troceados o añadidos a un Yogur Natural Danone serán una merienda o postre único, la mezcla de sabores le resultará deliciosa. También podrá probar el melocotón y el albaricoque, que son frutas de verano. Recuerda que es mejor darle frutas de temporada, porque conservan todo su sabor y sus vitaminas, además de ser más económicas y haber más variedad en el supermercado.

En cuanto a las verduras, entre los 15 y 16 meses el peque puede tomar verduras de hoja verde, como las espinacas, acelgas y col. También la remolacha, coliflor y brócoli. A partir de esa edad, puede empezar a tomar ensaladas y purés más variados, con nuevas verduras mezcladas con verduras que ya le resultan familiares y un poquito de carne o pescado para añadir la proteína al puré.

Los embutidos será mejor que los evitemos hasta los 15 meses ya que están muy tratados para su conservación y contienen sal, pero una vez tu peque los pruebe te darán mucho juego como tentempié junto a un poco de pan y también añadidos a ensaladas y purés.

Si hasta los 15 meses el bebé sólo había podido probar pescados blancos, a partir de ese momento ya puedes empezar a familiarizarlo a los pescados azules, que aportan gran cantidad de ácidos grasos Omega 3, muy recomendables para un correcto funcionamiento del aparato cardiovascular.

Raciones de alimentos del bebe con un año

En la alimentación infantil hay que procurar dar alimentos variados y en pocas cantidades. Es importante dar alimentos en su correcta ración al peque para no llenarlo y para que realice sus 5 comidas al día correctamente, a la misma hora y de la misma manera.

Un bebé de 12 meses puede desayunar su papilla de cereales o yogur infantil con cereales hasta que tenga unos 3 años. Es la mejor forma de obtener calcio y fibra y darle energía para empezar el día. 40 gramos de pan serán suficientes para acompañar las comidas y cenas.

Los hidratos de carbono deberán aportarse con arroz, pasta, patata o legumbres. Podemos mezclarlos con verdura en los purés a diario o servirlos a trocitos acompañados de proteína.

En cuanto a la fruta, entre 2 y 3 piezas diarias son las que se recomiendan, variando al máximo la forma de tomarlas. Por ejemplo, una en papilla y la otra a trocitos para ir variando, o mezclada con yogur infantil como postre o merienda. La verdura se podrá tomar en una sola comida o bien repartida en dos purés, la cantidad recomendada aproximada es de 150 gramos diarios.

Para dar sabor a las comidas lo más recomendable es usar especias o una cucharada de aceite de oliva, ya que la sal no se recomienda a menos que sea en cantidades muy pequeñas.

Para beber, el agua será la mejor forma de hidratar al peque ya que las bebidas con gas aportan demasiados azúcares y grasas poco recomendables para bebés tan pequeños.