5 Rutinas de ejercicio para practicar a cualquier edad

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Para mantener el cuerpo en forma y reducir el colesterol alto, un método eficaz y saludable es, sin duda, el deporte a través de unas rutinas de ejercicios. Para empezar a practicar deporte lo importante no es la edad que tengamos. Cualquier momento es bueno para practicar ejercicio. A decir verdad, más importante que la edad es nuestra condición física. Es importante no dejar nunca de practicar deporte de una manera moderada, así como llevar una buena alimentación para combatir el colesterol alto. Una vez cumplidos los cincuenta el sedentarismo es un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
No es una cuestión de preocuparse, pero sí de ocuparse. Aquí te dejamos cinco rutinas de ejercicios que te ayudarán a mantenerte activo, tengas la edad que tengas.

Power walking

Caminar es uno de los ejercicios más saludables y económicos que existen. Es la clave principal que nos ayuda a combatir el sedentarismo día a día. Además… es gratis.

Caminar es un ejercicio que podemos hacer en cualquier lugar y a cualquier hora. Pero el power walking no consiste simplemente en andar por andar, para practicarlo correctamente es importante tener una serie de factores en cuenta.

Para empezar, debes caminar con una buena postura: el tronco tiene que permanecer erguido para conservar el equilibro corporal y el abdomen debe estar contraído para proteger la zona lumbar. Además, es importante mirar al centro para evitar que sufran las cervicales, así como mantener el pecho hacia delante y los hombros atrás y bajos. Una vez que hemos dado con la postura adecuada, debemos caminar con intensidad y a buen ritmo.

El power walking es un deporte ideal para practicarlo a partir de los 50, pues al contrario de lo que ocurre con el running, no hay impacto de las articulaciones contra el suelo, por lo que nuestros huesos no sufren tanto. Si decides apostar por este deporte, te recomendamos que lo practiques tres veces a la semana. Comienza con unos 20 minutos y ve aumentando el tiempo a medida que pasen las semanas.

Bailar

Bailar no solo es una actividad divertida, también es un ejercicio que nos hace mantenernos activos. Bailar mejora nuestra agilidad gracias al equilibrio que se requiere para realizar los distintos pasos y posturas.

Existen infinidad de modalidades de bailes: rumba, salsa, tango, zumba… Simplemente tenemos que decantarnos por el que más nos guste.

Practica natación

La natación es un deporte lleno de ventajas: se trata de un ejercicio de resistencia que nos ayudará a fortalecer nuestras articulaciones, ya que nos obliga a movernos continuamente, tanto si avanzamos en el agua como si no. Además, favorece la circulación de la sangre, especialmente la de las piernas, gracias a la alternancia de contracciones y descontracciones musculares y a la propia temperatura del agua, que suele ser fría.

Como ves, la natación es un deporte ideal que puede ayudarnos a fortalecernos. Si no la has practicado antes o sientes que te falta experiencia te recomendamos que te apuntes a clases particulares o en grupo. Seguro que el profesor sabrá sacar lo mejor de ti. Si, por otra parte, te parece que no necesitas clases, a la hora de nadar, intenta probar con más de un estilo: braza, crol, espalda… de esta forma te asegurarás de trabajar bien todas las partes de tu cuerpo.

Nadar un par de días a la semana durante una hora es más que suficiente para iniciarte en este deporte. Poco a poco podrás aumentar el ritmo, la frecuencia y la duración según vayas sintiéndote más cómodo y seguro.

Haz Yoga

El yoga es un ejercicio perfecto para trabajar la respiración, mejorar la flexibilidad y tonificar los músculos. El yoga combina ejercicio físico con terapia emocional y puede ayudarnos a encontrar ese respiro que tanto necesitamos a veces. Además es una rutina de ejercicio que puedes practicar fácilmente desde casa.

Es importante contar con un monitor de yoga que nos ayude a realizar las posturas correctas y nos corrija cuando sea necesario. De lo contrario, nunca podremos disfrutar de los beneficios de esta actividad.

Practica el yoga al menos tres veces por semana. Las clases suelen durar habitualmente unos 50-60 minutos. Si nunca has practicado yoga, intenta apuntarte primero a clases específicas para principiantes en las que te enseñen las posturas básicas.

Entrenar en el gimnasio

Además de los ejercicios que hemos mencionado, también es bueno combinarlos con sesiones de entrenamiento en el gimnasio. En él podremos practicar ejercicios de resistencia como flexiones, pesas, spinning… o aquellos que se realizan con la maquinaria indicada.

Puedes dedicar una sesión entera diaria solo a este tipo de ejercicio, de una hora de duración. También tienes la posibilidad de hacerlos antes o después de andar, nadar, bailar o practicar yoga. En estos casos, para no forzar el cuerpo demasiado, te recomendamos que reduzcas la hora de entrenamiento a unos 30 minutos.