Los primeros 6 meses de vida de tu hijo son una etapa importante de desarrollo. Obtén información sobre cómo ayudarlo durante este período.
La lactancia materna y el sistema inmunitario de tu hijo
Después del parto, los órganos de tu hijo deben adaptarse al mundo externo y siguen desarrollándose rápidamente, en especial su sistema inmunitario. Los niños nacen con un sistema inmunitario inmaduro, lo que significa que son vulnerables a las enfermedades. La lactancia materna les ofrece una protección natural ya que tu inmunidad se transfiere a tu hijo a través de las bacterias beneficiosas presentes en la leche materna. El sistema inmunitario de tu hijo continuará madurando durante varios años.
La leche materna es el alimento perfecto para tu hijo porque le proporciona la cantidad exacta y correcta de vitaminas, por ejemplo A, C y D, ácidos grasos esenciales, minerales, proteínas, grasas y hidratos de carbono para su crecimiento, de modo que el sistema digestivo en desarrollo los pueda digerir.
Cómo ayudar a tu hijo a aprender y crecer
Desde el momento en que tu hijo nace, comienza a aprender rápidamente. Cada experiencia nueva le brinda información nueva sobre el mundo y las personas que le rodean.
En los primeros 6 meses de vida, tu hijo cambiará notablemente, dejará de ser un niño frágil recién nacido y se transformará en un niño sonriente, movedizo y capaz de balbucear. Durante este período, cambiará prácticamente todas las semanas ya que aprenderá a sonreír, a reconocer tu rostro y, luego, podrá reír y comenzar a balbucear. Sus músculos se tornarán más fuertes; primero, se fortalecerán los músculos del cuello para que pueda sostener la cabeza, a los 5 meses aprenderá a girarse. Al final de su 6to mes, podrá sentarse sin ayuda y más adelante a gatear. Lea nuestros hitos claves del desarrollo, pero recuerda que todos los niños se desarrollan a su propio ritmo. Los hitos son solo una guía.
Como mamá, puedes tener una gran influencia en el desarrollo de tu hijo a través de la lactancia materna y la forma en la que le respondas. Demostrarle amor, abrazarle, sonreírle y brindarle comodidad y protección ayudará a tu hijo a sentirse seguro en el mundo. Las investigaciones han demostrado que los hijos se sienten mejor cuando están protegidos, reciben respaldo y atención rápida y constantemente. También es importante jugar con tu hijo para ayudarle a aprender. Preséntale nuevas imágenes, sonidos y texturas con juguetes y objetos móviles, y háblale o cántale para ayudarle a aprender sobre la comunicación.
Poco después del parto, el pediatra controlará el peso, la longitud y el perímetro cefálico del niño. Cada vez que asistáis a una revisión, revisarán estas medidas nuevamente para llevar un registro del crecimiento de tu hijo. Además, existen hitos que puedes identificar en diferentes etapas del desarrollo físico, intelectual, social y emocional.
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