Conservación de papillas, purés y cremas

Compartir
Añadir a favoritos

Hoy en día, con el trabajo de mamá o simplemente para rentabilizar el tiempo de preparación de las comidas, se puede congelar o conservar los alimentos del bebé, siempre y cuando se respete de forma adecuada la forma de hacerlo para que la comida del bebé no pierda sus propiedades nutritivas, aroma o sabor. Así pues, las cremitas, los purés e incluso las papillas de fruta se pueden congelar. Os explicamos cómo.

Para conservar los purés o las papillas del bebé en la nevera se debe tener en cuenta que el tiempo máximo para tenerlo guardado en el frigorífico son 48 horas. Para que se conserven manteniendo todo su sabor y en buenas condiciones se debe esperar a que el puré, la papilla o la crema esté tibio o frío, nunca hay que meter en la nevera la comida caliente y menos aún taparla caliente. Para conservarla se necesita un recipiente hermético – para bebé son ideales los de cristal con tapa – que se dejará en la parte de la nevera más fría.

Si sabes que no vas a usar la comida recién hecha del bebé en menos de 48 horas, prepárala para congelar. Estos son algunos de los consejos y recomendaciones que os damos para congelar el puré de verduras del bebé, la papilla de frutas, la cremita o incluso el caldo para elaborar sus comidas: Usa algunas cubetas de hielo para congelar parte del caldo, la crema o del puré. Esto es muy práctico, porque si un día te sale el puré o el caldo demasiado espeso, con estos cubitos puedes conseguir que se diluya un poco y se enfríe.

  • No congeles la comida caliente, ni cierres el recipiente mientras esperas que la comida se enfríe.
  • Usa etiquetas en los recipientes para poder poner la fecha y el tipo de alimento que contiene.
  • Utiliza recipientes de una sola ración. Esto te ayudará a gestionar mejor la comida congelada.
  • A la hora de congelar no pongas quesitos ni lácteos en el alimento que irá al congelador, siempre los puedes añadir cuando los descongeles.
  • En cuanto a las cremitas o purés de hortalizas y verduras, lo recomendable es que hiervas los ingredientes sin sal y añadas una cucharadita de aceite de oliva cuando ya se estén enfriando. Si vas a congelar varias raciones, aparta lo que se vaya a comer en el momento el bebé y el resto congélalo en trozos enteros, sin batir. De esta manera, a la hora de descongelar, como habrá que batir la cremita o el puré, la textura quedará fina como si estuviera recién hecha. 
  • Algunas hortalizas como la zanahoria, las patatas o los nabos cuando se congelan pueden acumular sustancias que pueden ser tóxicas para los bebés, por ello, es mejor que las retires antes de congelar. 
  • Si congelas papilla de frutas evita ponerle la naranja, es mejor añadirla cuando se descongele para que no pierda la vitamina C. De todas formas, la de fruta es una de esas papillas que queda mucho mejor recién hecha.

Para descongelar los alimentos lo más recomendable es dejar que se descongelen en la nevera, lentamente. Si no te da tiempo y necesitas descongelar para el momento, puedes hacerlo en el microondas con la potencia al mínimo o bien colocando el recipiente congelado en agua caliente. Una vez se haya descongelado debes hervirlo unos minutos. Recuerda que un alimento descongelado no se puede volver a congelar.