Durante la semana 13 de embarazo los senos comienzan a cambiar a modo de preparación para la lactancia. Al mismo tiempo, el bebé continúa desarrollándose. Conoce cómo puedes influir en el desarrollo y la salud futura de tu bebé, ahora y durante sus primeras etapas.
Semana 13: los cambios en los senos
Si bien faltan meses para la llegada del bebé, los senos y los conductos galactóforos (por los que la leche materna fluye hacia el exterior) ya están cambiando a modo de preparación para la lactancia. La leche materna ofrece el equilibrio perfecto de nutrientes para favorecer la salud del bebé desde el nacimiento. Aproximadamente, en esta etapa del embarazo el organismo ya puede comenzar a producir calostro, aunque todavía no te darás cuenta. Este líquido amarillo y ligero es muy nutritivo, y será el primer alimento para tu bebé antes de que comience a salir la leche.
Es posible que sientas protuberancias en los senos a medida que cambian y crecen; sin embargo, la sensibilidad del primer trimestre posiblemente disminuya pronto.
Muchos expertos recomiendan no usar sujetador con aros durante el embarazo y la lactancia ya que, si bien no se ha comprobado que estos sean nocivos, los sostenes con estructura pueden restringir los cambios naturales que sufren los senos en este proceso e interferir en el desarrollo de los conductos galactóforos.
El tamaño de los senos no afecta tu capacidad de dar el pecho. Incluso si tus senos son pequeños, igualmente podrás satisfacer las necesidades de tu bebé.
Semana 13: el desarrollo de tu bebé
Tu bebé mide alrededor de 8 cm desde la parte superior de la cabeza hasta la rabadilla.
Durante las semanas siguientes, las proporciones del bebé se asemejarán a las de un recién nacido. En este momento, la cabeza es bastante grande y constituye un tercio del tamaño de su cuerpo.
Cuando está despierto, es muy activo: se estira, patalea, da vueltas y alcanza y toca todo con sus deditos.
Otros desarrollos durante la semana 13:
- Se pueden escuchar los latidos del bebé con el equipo médico adecuado.
- El meconio, una sustancia oscura de color verde-negro, que se convertirá en la primera defecación de tu bebé, comienza a formarse en los intestinos.
- Comienza a desarrollarse un fino vello aterciopelado en la piel del bebé.
- El esqueleto y los músculos esqueléticos del bebé ahora lo mantienen más erguido.
- Se fortalecen sus reflejos de succión y deglución.
- Los movimientos de brazos y piernas se tornan más fuertes, y algunas mujeres incluso pueden sentirlos como aleteos en esta fase, especialmente si no es su primer embarazo.
- Si se presiona suavemente su barriga, por instinto, el bebé comenzará a buscar un pezón para succionar.
Todo este desarrollo requiere que el bebé tenga un suministro constante de nutrientes. Esto se debe a que las células se están adaptando a su entorno nutricional y crean un patrón que permanecerá de por vida. La adopción de un estilo de vida saludable y la ingesta de una dieta equilibrada en este momento y durante sus primeras etapas pueden generar un impacto positivo en la salud de tu bebé hasta la edad adulta.
Conoce toda la información relacionada con la evolución de tu embarazo semana a semana.
« La leche materna es la mejor opción para tu bebé ya que proporciona múltiples beneficios a los bebés y las madres. Es importante que durante el embarazo y la lactancia, mantengas una dieta sana y equilibrada. Combinar el pecho con otras fórmulas lácteas durante las primeras semanas del bebé puede reducir tu producción de leche materna, haciendo más difícil la vuelta a una alimentación basada únicamente en leche materna. Consulta siempre con tu médico y/o matrona cualquier duda sobre la alimentación de tu bebé. Si utilizas una leche de fórmula, debes seguir las instrucciones del envase para una correcta preparación.»
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