Las ganas de comer mejor, un movimiento global

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¿Alguna vez te has planteado dónde está el origen de un gran cambio? No son solo las ideas geniales ni los proyectos ambiciosos. El primer paso para una transformación en positivo es tener Ganas. En Danone nos hemos ilusionado con las ganas de comer mejor. Una idea que trasciende los sabores, las texturas o la cremosidad de nuestros yogures para abarcar algo mucho más grande: tu bienestar. Porque ya no es necesario renunciar a nada de lo que te gusta para sentirte bien. Porque entrar en sintonía con el planeta también es un cambio saludable. Y porque basta con tener Ganas para conseguir todo lo que te propongas. ¿Tú también lo sientes así?

Ganas de contártelo todo

Cada vez que consumes un producto Danone estás poniendo punto final a una larga cadena de buenos propósitos. ¿Eras consciente de ello? Tus ganas de un yogur que te sorprenda son nuestras ganas de seguir mejorando para ofrecerte siempre lo mejor.

¿Acaso no tienes ganas de saber qué es lo que comes? En Danone somos tan trasparentes como nuestros icónicos tarros de cristal. Leche de proximidad, fermentos naturales y deliciosa fruta son la base de nuestras recetas. El único ingrediente secreto son las ganas de hacerlo bien, ¡y ahora las estamos compartiendo contigo!

Son ya más de cien años de experiencia en los que no hemos perdido las ganas de aprender. Nuevas propuestas como los arándanos y el melocotón, nuevas texturas de yogur griego y nuevos formatos de presentación le dan forma, aroma y sabor a este propósito de hacer tu vida más sabrosa y saludable. Pero en el proceso, la misma intención de siempre: trabajar codo con codo con agricultores locales de más de 200 granjas familiares

Ganas de un movimiento global

No queremos quedarnos en la superficie: las ganas son un movimiento global. En cuanto se pone en marcha el engranaje del cambio, todas las piezas son indispensables para la acción.

Desde el buen trato animal hasta el bienestar de los ganaderos, sin olvidar la calidad de los ingredientes o el impacto medioambiental. Tus ganas de comer bien y de conocer el origen de lo que comes son también las ganas de vivir en un planeta sostenible.

El producto es solo el último eslabón de la cadena. Lo que realmente nos permite mantener este compromiso con lo que te sienta bien son tus ganas de comerte el mundo. ¡Buen provecho!